domingo, 2 de noviembre de 2014

Los laberintos de mi mente

Quizá nunca llegue a descubrir quién soy, me pierdo y vuelvo a encontrarme. Me deslizo por la vida con la sombra de la duda y sin la certeza del eterno retorno.
Me duele mirar atrás y me desgarra el futuro. Me enamoran las  huellas y me hacen vibrar los ojos al frente. Mis pasos perdieron el compás de la inmediatez, del saber estar y los planes prefijados. No soy niña, ni tampoco mujer me aburre la dicotomía.

Pienso, pienso y cavilo. Delirios de otoño y asperezas que nunca tienen claro qué decir.  

lunes, 13 de octubre de 2014

Mucho más

Intentas cogerme, guardarme para que nunca pueda huir, embotellarme como si fuera una substancia finita pero te olvidas de conocerme, de darte cuenta que no soy lo que quieres ver, que soy algo más, que soy infinita. 
Pero tú te consuelas con palabras efímeras, porque tienes miedo, miedo de mi ausencia, de que algún día pueda escaparme con tu piel y todos los recuerdos.

Olvidas mi esencia, lo que te enamoró de mi y te aprisionas entre un montón de celos , miedos, delirios…  Porque  aún no te crees que estoy contigo, precisamente porque eres libre. Porque sé que podrías irte y sin embargo no lo haces. Porque ya eras infinito antes de conocerme.

sábado, 24 de mayo de 2014

Ayer

Ahora que hablamos del tiempo, que contamos los años con los dedos es más fácil pronunciarte. Imaginarte donde tantas veces te cogí la mano no duele ahora que el pasado no es más que un susurro. Suponerte en los humbrales del destino con paso incierto ya no me asusta. Ahora que no tengo nada que sepa a añejo.

Lo efímero de tenerte

Escribo para sentirte más cerca, para que pasen las horas y retenerte en las letras.
Miro en los espejos por si a caso se vislumbra tu reflejo, pero la realidad no desaparece,
O más bien eres tu el que no aparece.
Y corro y busco entre los motores el rugido de tu voz , pero te desapareces.
Mis palabras hablan de ti, el viento me sabe a ti pero las horas se vuelven desfavorables.
El tiempo de los dos deja de ser eterno para ser solamente una ínfima parte de lo que te quiero.
Entonces me arroya tu ausencia y me doy a lo prohibido
y buscarte en la cárcel de los suspiros que llenan las horas muertas.