viernes, 27 de abril de 2012

Cuento


A cada letra envenenas mi ausencia,
Y jugamos con todo aquello que no dijimos.
Rasgo mi imagen con los trozos de tu espejo,
Viajo con el desaliento de una muñeca roída
Por ciudades que queman como el hielo.
Trafico con sentimientos que calzan pateras.
Ahogo cada lágrima, entre versos sin sentido
Lejos de tu oído.
Subasto el dolor de un engaño
Al peor postor.
Ofrezco un viaje a la puta realidad,
A la rutina de no saber quien soy
Al ritu de vender mi cuerpo 
Y comprar mentes de repuesto.
Guardo dudas, discusiones, conspiraciones y
Suspiros que hacen daño al recordarse.
Nuestras antiguas promesas, mis cicatrices, tus engaños
Bailan un tango entre estos versos disconexos.