domingo, 12 de febrero de 2012

Futuro de indicativo

Guardaré cada una de las letras de tu nombre junto a mi almohada .
Ocultaré mi rostro entre la bruma del mar para que nunca sea descubierta la intensidad con la que brilla tu ausencia , en las noches de invierno.
Negaré que aún pienso en tí y seguiré casándome de farol cada anochecer para luego marchar rasgando mi vestido blanco, recordando todo lo que fuimos un veintiséis de febrero.
Llenaré mi maleta de miedos ajenos para hacer más largos los viajes que llevan a un lavadero en el que me besabas.
Odiaré tu cara de desconocido, con tanta fuerza que desfallecerán las palabras que retumban en mis entrañas.
Pero seguiré conjugando en futuro de indicativo para esquivar el dolor que produce tu olvido.