sábado, 24 de mayo de 2014

Ayer

Ahora que hablamos del tiempo, que contamos los años con los dedos es más fácil pronunciarte. Imaginarte donde tantas veces te cogí la mano no duele ahora que el pasado no es más que un susurro. Suponerte en los humbrales del destino con paso incierto ya no me asusta. Ahora que no tengo nada que sepa a añejo.

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