Necesitamos patentar otras formas de ligar, que no limiten, que enciendan los poros y exuden deseo.
Que estas formas dejen de dolernos y validarnos.
Que las habladurías no lo envenenen todo.
Necesitamos desearnos de otras formas, desde la calidez y la piel.
Permitirnos desearnos y sentirnos sin que sea políticamente correcto, que las pasiones no se embriaguen de culpa, deshacernos de todo esto que no es nuestro.
Quiero poder enredarme en tu dialéctica sin pedir perdón. Ligarme a las palabras, a aquello que despierta y vibra.
Hoy necesito dejar de privatizar el deseo, que mis ideas también puedan ser erógenas y deseables.
No quiero que las reglas del juego las dictaminen otros, las encasillen y las embotellen en un deseo que es más mío que de nadie.
Quiero ser y soy libre, expansiva e indomable. Soy impaciencia hecha deseo, soy picardía que arde y quema. Soy todas esas cosas , todas esas partes que me conforman y reconfortan.
