lunes, 17 de octubre de 2011

ÉL

Pasa los días desojando letras de medio lado, porque una historia le dejó marcas en el calendario.
A veces observo cómo su ilusión se marchita, vistiéndolo de duda e impotencia. Otras lo recuerdo escuchando notas de piano que se hacían canción, con la vista cansada  y el corazón arañándole el interior.
Desconozco las palabras que callaba tras sus ojos, pero sus manos me confesaron que le dolía la piel  de tanto llevar a cuestas recuerdos en los que se desnudaban en primavera.
Esperó hasta el lunes para confesarme que sus días eran largos y las noches pasaban como años esperando ver aparecer aquella sombra que tantas veces lo besó .
En cambio yo tardé  en comprender que se le escapaba el amor con aquella historia que él empezó a escribir hace más de dos aniversarios con tinta china en su memoria. Hoy acababa con un triste y solo punto final.


(Para alguien que le pregunta al tiempo)