martes, 1 de febrero de 2011

Són petits detalls tot el que em queden.

Suena el inicio de una canción, las primeras notas corren dispares y despreocupadas por el ambiente. Empiezo a sentir el ritmo dentro de mí, cierro los ojos y allí estás tú. Me miras , me sonríes y me  sonrojo. Nunca me fue fácil mantenerte la mirada.
Abro los ojos y de nuevo me enfrento con la realidad, ni tú estás pensando en mí, ni estas aquí. Desespero y cambio de canción ,otra vez siento habla de mí…
Dime si no merecemos
Dar la vida en intentar
Si he de amarte desde lejos
Quiero hacerlo hasta el final… final, final.
”.
 Recuerdos, promesas y tantas palabras dichas a medias se agolpan en mi mente… tu cara detrás del vidrio entelado, y yo que te busco, que te imagino como la última vez que tanteé por tu mano mientras me decías adiós. Pienso en verte y poder abrazarte como lo hice ya tantas veces, susurrarte al oído “¿sabes? Te he echado de menos” y me beses anulando todos nuestros sentidos. De repente se me cierra el estómago, un nudo se forma en mi garganta y la misma lágrima traicionera de siempre me delata que solo vivo de recuerdos, de un pasado que se fue y difícilmente volverá.
 Abro el móvil, releo todos los mensajes y espero sin demasiadas esperanzas recibir un mensaje con tu nombre de remitente . Pero los segundos se hacen horas y minutos, y mi móvil no vibra. Quizás es estúpido recordarte y esperar algo que no sé del cierto si volverá.