Se quedó sentada en el banco viejo de madera, desgastado por el sol y la lluvia. Los coches pasaban delante de ella, pero ninguno se percataba de aquella persona ausente del banco. No miraba nada y lo veía todo incluso más allá de lo que unos pequeños ojos podían alcanzar en ese momento.
El sol que ya apenas calentaba le iluminaba la cara, haciéndola sentir mujer hermosa pero falta de risas. Aquellos labios doloridos a causa del frio , aquellos ojos verdes abiertos de par en par y aquel cabello recogido tímidamente en una cola delataban una espera que se hacía eterna cada tarde.
Ella observaba discretamente los quinientos tipos de andares y los trece dialectos de aquel mundo que parecía lejano y desconocido, esperando ver aparecer aquella mano amiga de en sueño que la sacara a bailar el vals del otoño. Salpicándose -al bailar- de la vida que ella dislumbraba desde su pequeño banco de madera.
Ella observaba discretamente los quinientos tipos de andares y los trece dialectos de aquel mundo que parecía lejano y desconocido, esperando ver aparecer aquella mano amiga de en sueño que la sacara a bailar el vals del otoño. Salpicándose -al bailar- de la vida que ella dislumbraba desde su pequeño banco de madera.
Y A LO mejor no esperaba una invitación a la vida , tal vez estuviese paralítica de soledad, esperando simplemente un "Hola" buenos días ¡como estás' ¡ESPERABA LA ALEGRÍA EN FORMA DE PALABRA.
ResponderEliminaraleccionadora tu entrada.
un beso
No esperaba correr riesgos, desde su banco todo parecía más fácil, no le conllevaba más que observar y quizás como dices tu andré... un "Hola, qué tal" hubiera bastado para participar de la alegría que desprende la vida :)
ResponderEliminarun beso :)
Muy linda entrada, te mando un beso!
ResponderEliminarcada dia mejores entradas. Me encanta. Besos
ResponderEliminarhttp://laa-au.blogspot.com
Espera de "muchas y muchos"...cuando pasan a ser algo más del entorno, dejando sin querer de ser, de ser un ser.
ResponderEliminarLindo relato, o historia quizás?
Beso
Perdón: dejando sin querer "dejar" de ser un ser.
ResponderEliminarMe ha encantado esta entrada, me siento identificada de algún modo con la chica del banco, que estaba su cuerpo en el mundo, pero sus pensamientos no. Me ha gustado mucho:)
ResponderEliminarGracias por pasarte por si http://www.youaremylightinmydark.blogspot.com
y comentar, me hacen mucho ilusión leer tus comntarios. Ahora hay nuevas entradas que espero que te gusten:3
Besos<3
Bonita historia, triste, y muy actual, todos esperamos sentados, la mano, la palabra o la sonrisa amiga que nos haga ver que estamos vivos.
ResponderEliminarBesos.
precioso...la espera siempre suele ser así de amarga. Besos :)
ResponderEliminarLa esperanza es lo último que nos queda cuando todo se ha perdido.
ResponderEliminarUna sugestiva entrada que nos invita a dejar volar la imaginación tras los sueños y pensamientos de una mujer extranjera.
Un abrazo.