Hubo un tiempo en el que
tu y yo llenámos la
almohada de pájaros y atrapasueños.
Una vez cazámos nuves con un cazamariposas y dimos la vuelta al mundo encima de las palabras.
Lloramos besos entre las piernas y caricias que destronaron versos amargos.
Luego ardieron los años en nuestro colchón de cenizas y fracasos.
Ahora no somos mas que medias tintas y sujetos desconocidos.